miércoles, 13 de octubre de 2010




MISION CUMPLIDA!






La odisea de los 33 llego a su fin.


Los 33 mineros atrapados en Chile desde el 5 de agosto pasado volvieron a ver la luz.
Luego de 22 horas y media de operaciones de rescate, el último de los trabajadores del yacimiento de cobre San José salieron de las profundidades de la Tierra.
El rescate fue un éxito, todos los mineros salieron del fondo de la mina sin ningún contratiempo.

Los mineros permanecieron 70 días bajo 700 metros de tierra, llegaron a la superficie con ayuda de la cápsula Fénix, al recorrer este tramo en un espacio de 53.2 centímetros de diámetro.
El rescate superó el tiempo estimado, René Aguilar, subjefe de los cuerpos de socorro, lo atribuyó al buen funcionamiento del sistema de comunicaciones, del cual esperaban dificultades con la fibra óptica, que proporciona las imágenes desde el túnel y el fondo del socavón.

El 5 de agosto, un derrumbe dejó atrapados a los trabajadores, a pesar de los operativos para rescatarlos por el túnel de la mina y por el ducto de ventilación un nuevo derrumbe lo impidió.
El domingo 22 de agosto se logró hacer contacto con ellos y se supo que los 33 estaban vivos gracias a un mensaje que envió Luis Urzúa, jefe de turno de la mina.

Expertos de la agencia espacial estadounidense (NASA) ayudaron en las operaciones de rescate, no sólo con la cápsula Fénix, sino también con dos médicos, un ingeniero y un psicólogo.
Durante la jornada, el presidente Sebastián Piñera recibió en la mina llamadas de felicitación de los presidente Luis Inácio Lula da Silva; de Argentina, Cristina Fernández, Venezuela, Hugo Chávez, y México, Felipe Calderón.

La odisea minera comenzó a llegar a su fin en los primeros minutos de este miércoles, cuando Florencio Avalos, de 31 años, salió de la jaula izada por un cable a lo largo de un extenso túnel, por un ducto que demoró más de un mes en construirse.
Detrás de Avalos, siguieron seis mineros. Uno de ellos fue José Ojeda, un viudo de 47 años que se hizo conocido porque fue quien escribió en grandes letras rojas sobre un pedazo de papel aquel mensaje que pasmaría a muchos el 22 de agosto.

El texto decía: ''Estamos bien en el refugio los 33''.
Tras conocerse que el grupo estaba atrapado en un refugio, se emprendieron varios planes de rescate usando tres perforadoras con distintos rumbos, desde el refugio hasta un taller, a menor profundidad, 622 metros, al que los trabajadores tienen acceso por medio de un pasillo, e incluso una de las perforadoras trataba de llegar a ese mismo pasillo.

Cada salida fue celebrada por el equipo de rescate con aplausos y vivas a Chile, mientras el minero se estrechaba en largos abrazos con sus parientes e integrantes de los rescatistas.
Luego de que emergió el primer minero, Piñera, quien ha estado acompañado de la primera dama Cecilia Morel, advirtió que la mina y muchas más no volverán a abrir mientras no se garantice la seguridad de sus trabajadores.

''Lo mismo va a ocurrir con muchas otras minas de nuestro país, y no solamente en la minería, estamos haciendo una revisión completa de las normas de seguridad y protección de nuestros trabajadores en el sector de la minería, de la construcción, en el transporte, la pesca y la industria'', señaló.
Destacó el ánimo y el buen aspecto físico con el que han salido los mineros rescatados hasta ahora.

La jaula, bautizada como Fénix, por el ave mitológica que renace de sus cenizas, bajó primero a un rescatista y más tarde a un paramédico, que ayudaran no sólo a evaluar el estado de los mineros, sino a los mineros a ubicarse dentro de la estrecha cápsula.

Contrario a lo previsto, el gobierno permitió ver la salida del minero de la jaula, desde una plataforma a unos 150 metros de distancia, y también difundió imágenes del fondo del socavón y en las que se puede observar al grupo de hombres en pantalones cortos, sin camisas y aplaudiendo al ver llegar su vía de escape.
La Operación San Lorenzo culminó con la salida de Luis Urzúa Iribarre, el líder que organizó al grupo en medio de la tragedia, racionó la comida y protegió a su gente.


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