miércoles, 25 de marzo de 2009

MUJER QUEMA VIVOS A SUS HIJOS.

ERAN TRES NIÑOS, UNO MUERE DOS SE SALVAN, PERO ESTAN GRAVES.

TRAGICO TRASLADO, FATIMA NO RESISTIO.

Saltillo, Coah.- Otra vez la tragedia vistió de luto a la sociedad saltillense tras la lamentable muerte de una pequeña de seis años a manos de su propia madre, quien le roció gasolina y le prendió fuego mientras dormía.En uno de los casos más inhumanos jamás vistos en esta ciudad, Rocío Hernández Rivera, de apenas 25 años, también trató de matar a su otro hijo, un pequeño de 11 años que hasta anoche, en estado de coma, se debatía entre la vida y la muerte.ASI FUELos hechos se suscitaron alrededor de las 02:00 horas de ayer en la casa marcada con el número 9106 de las calles Múzquiz y General Cepeda, en el Centro de Saltillo, hasta donde llegó la mujer en completo estado de ebriedad luego de escenificar un pleito amoroso con su pareja sentimental –y padre de los niños– en el bar donde ambos trabajaban.Según Martín Mercado, el taxista que llevó a la mujer hasta el domicilio, la homicida tuvo primero la intención de adquirir veneno para ratas para envenenar a sus hijos; pero al no conseguirlo optó por quemarlos con gasolina.Tras el despiadado acto, la mujer se roció también con el combustible y se lanzó sobre los pequeños, quienes ardían en llamas, hasta que elementos del Cuerpo de Bomberos acudieron en su rescate.Tanto los pequeños como la mujer fueron trasladados a hospitales locales para su atención médica inmediata. Saúl y Fátima presentaban severas quemaduras de segundo y tercer grado en la mayor parte del cuerpo.Los pequeños serían trasladados a la ciudad de Monterrey para recibir atención especializada; sin embargo, la pequeña Fátima no resistió la gravedad de sus lesiones y murió camino a la capital de Nuevo León, mientras que Saúl permanece hospitalizado en una clínica de Galveston, Texas.La mujer también se debate entre la vida y la muerte, y la mantienen bajo custodia policiaca por el delito de homicidio simple doloso agravado.LOS DETALLES* Los niños resultaron con quemaduras de segundo y tercer grado a consecuencia del ataque de su madre* Fátima, la menor, murió camino a Monterrey por complicaciones renales a causa de las quemaduras.* Hasta anoche, Saúl permanecía en estado de coma, en Hospital Shriners en Galveston, Texas.
Saltillo, Coah.- La gravedad de las lesiones de la familia, principalmente de los menores, orilló al personal de los hospitales locales a buscar alternativas donde tuvieran la infraestructura necesaria para atenderlos.En el caso de Fátima y Saúl, los médicos del Hospital General se pusieron en contacto con la Fundación Michou y Mau, especialista en niños quemados.Juan Antonio Tovar Valdez, subdirector de esta institución médica, informó que llenaron unos formatos que les enviaron vía fax y en conjunto con Gobierno del Estado, así como el doctor Raymundo Verduzco llegaron a un acuerdo para trasladarlos.Poco después de las 13:00 horas recibieron una llamada, donde les informaron que ya estaba todo listo para pasar por Fátima y Saúl, quienes serían llevados a la capital neoleonesa.CUBIERTA CON SABANASUna ambulancia particular llegó al nosocomio general y luego de casi media hora abordaron a la pequeña Fátima completamente cubierta con sábanas.En el interior de la unidad de emergencia se podía ver a la criatura, quien estaba semiinconciente por los sedantes, como tenía su cuerpo y rostro envuelto en vendas y gasas.La inquietud de la pequeña de seis años era evidente, pero se dejaba que los paramédicos le brindaran la atención pre hospitalaria necesaria, mientras esperaba que terminaran de preparar a Saúl.Transcurrieron otros 30 minutos, para cuando Saúl, que ya se encontraba en estado de coma, fue abordado a la ambulancia que los trasladó hasta el aeropuerto de Ramos Arizpe.En ese sitio ya los esperaba un helicóptero que los llevaría hasta la ciudad de Monterrey, donde ingresaron a un hospital para que los estabilizaran y de ahí trasladarlos a Estados Unidos.

CRONICA DE UN ASESINATO ANUNCIADO.
Saltillo, Coah.- Autoridades policiacas detuvieron al taxista Martín Mercado García, quien explicó que antes de la tragedia, Rocío Hernández –quien laboraba el bar La Jirafa, en Paseo de la Reforma, en la colonia Rancho Las Varas–, salió del sitio llorando y visiblemente molesta.Mercado García aseguró que la mujer había tenido una fuerte discusión con el dueño del bar, Jesús Mata, con quien tiene una relación amorosa, y es padre de los menores.El taxista dijo que Rocío, “La Güera”, le pidió que la llevara a su casa de la calle de Múzquiz, para recoger un bote de plástico para comprar 30 pesos de combustible en una gasolinera del Paseo de la Reforma y, de paso, le dejaría unas llaves al vigilante del bar Rafael Covarrubias.Fuera de control, la mujer, quien denotaba evidente estado de ebriedad, le contó que si algo le pasaba era por culpa de Jesús Mata. Posteriormente, le pidió que la dejara de nuevo en su hogar, donde se quedaría con sus hijos. La mujer abrió la puerta y vio a los pequeños durmiendo sobre la cama, y tras rociarles el combustible, les prendió fuego.Por fortuna la presencia de un héroe evitó en ese momento que ocurriera una desgracia, solicitando la presencia de la policía y de los cuerpos de auxilio que tomaron conocimiento.

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